Adrián Golvano y Aitor Baraia no continuarán en el Sestao River Club
El Sestao River Club quiere hacer oficial que su segundo entrenador, Adrián Golvano, y su preparador físico, Aitor Baraia, no seguirán la próxima temporada en el club.
Adrián ha estado ligado al Sestao River Club las últimas cuatro temporadas, el primero como analista y los tres siguientes como segundo entrenador de Aitor Calle, cosechando resultados para el recuerdo en cada temporada (dos ascensos, un play-off y una meritoria permanencia en Primera Federación).
Por otro lado, Aitor Baraia ha ejercido como preparador físico de la plantilla del primer equipo las dos últimas campañas, siendo una pieza fundamental dentro del vestuario en su relación con los jugadores.
Desde el club solo nos queda desearles la mejor de las suertes en sus próximos retos profesiones y agradecerles el enorme trabajo realizado en Sestao. Las Lanas siempre será vuestra casa.
Carta de desdedida de Adríán Golvano
Riverzales,
Ha llegado el momento de despedirse después de cuatro maravillosos años, donde me he sentido muy afortunado de poder formar parte de este gran club. Han sido años de grandes éxitos, con dos ascensos, una cruel final de play-off de ascenso a 1ª Federación y una durísma salvación en esta hermosa categoría.
No podría irme sin dar las gracias a tanta gente que ha hecho todo esto posible…
A todos los miembros de la junta directiva de estos años, que han tenido que sufrir muchas adversidades para poder hacernos disfrutar a todos de maravillosos momentos.
A Natxo y Ander, por confiar en mí para un rol que ha ido adquiriendo con el tiempo cada vez más importancia en el devenir del equipo.
A Rulo, Sergio y Asier por por su profesionalidad y apoyo todos estos años.
A Carlos por su templanza y serenidad.
A Roberto, por su inagotable fé, energía, cariño y profesionalidad en este año tan tan complejo.
A Fernando, patrimonio del club, por estar 24 horas, 7 días a la semana, para lo que se necesite y que junto a Begoña y Urtzi forman un cuerpo médico de auténtico lujo.
A Gustavo, por ser capaz de tener siempre la ropa a punto, aunque no hubiera tiempo material de hacerlo y a Mari, que está ahí siempre para que vayamos bien equipados y no nos falte de nada.
A Axel y a Iker por ser los masters de las redes sociales, siempre aportando contenido al día a día del club.
A Gil, el mejor delegado que pueda haber en el mundo del fútbol, capaz de conseguir lo imposible, dando hasta asistencias de gol en algún partido que otro… Patrimonio del club.
Por supuesto, a los integrantes del cuerpo técnico de esta difícil temporada.…
A Aitor Baraia, por ir al límite de sus posibilidades todo el año y no decaer.
A Victor Calle, porque además de ser un grandísimo profesional, eres la persona a la que más capacidad de mejorar porteros he visto nunca.
A Aitor Calle, por sufrir, reír y llorar tantas y tantas veces en estos tres históricos años… El banquillo es un espacio maravilloso, pero también cruel.
A los aficionados verdinegros, que desgraciadamente ya no nos acompañan y se lo han perdido…han sido demasiados quizás en poco tiempo, ¿verdad Rober?
Por supuesto, a todos los jugadores que habéis formado el River estos cuatro años, todos formáis parte de esto, pero es innegable que, lo que habéis conseguido este año, a nivel deportivo y sobre todo humano, …GUAU…CHAPEAU
Y por último, EL GRAN PATRIMONIO de este club, ESTA AFICIÓN… Da igual lo que pasara, y vaya si han pasado cosas… Habéis sido siempre ejemplo e inspiración para nosotros, sin decaer, peleando por el equipo hasta cuando no os han dejado… Hasta las últimas consecuencias. Sois el vivo ejemplo de que el fútbol es de los aficionados, nunca dejéis que os arrebaten ese derecho que tanto os habéis ganado.
Se despide humildemente este servidor, deseando haberos podido devolver una pequeña parte de todo lo que me habéis dado.
GRACIAS DE CORAZÓN!!!!!!
Carta de desdedida de Aitor Baraia
Hoy toca despedirme de la que ha sido mi casa durante los últimos dos años. Una decisión difícil de tomar porque habéis conseguido que me sienta parte de esta gran familia verdinegra a la que no puedo estar más agradecido.
Llegué con la mochila cargada de ganas, ilusión y sobretodo mucha energía para encarar este proyecto apasionante, decidido a darlo todo por esta maravillosa familia que es el river. Y me voy en paz, con una gran sonrisa y con la satisfacción de devolver en forma de objetivos una pequeña parte de todo lo que me habéis dado en estos años.
Durante el camino hemos encontrado de todo. Dificultades y malos momentos, pero sobre todo muchas alegrías y bonitos recuerdos que se quedarán para siempre grabados en mi corazón.
Gracias a todos los que, desde el club, habéis ayudado al equipo creyendo siempre en nuestro trabajo, a pesar de las adversidades. Vuestro apoyo ha sido fundamental para que el River esté en el lugar que le corresponde. Pero estoy seguro de que la parte más bonita de la historia todavía está por escribir. Gracias por haberme transmitido los valores de un equipo humilde, pero de un club ganador.
Gracias al cuerpo técnico y cuerpo médico. Nos hemos dejado el alma cada día, reinventándonos una y mil veces para encontrar el camino y cuando no lo había, hemos sido capaces de construirlo, haciendo honor al espíritu luchador de este pueblo que nunca se rinde.
Jugadores, habéis sido mi motor en el día a día y me he dado cuenta que sin vosotros para mi esto no tendría sentido. Me habéis recordado la importancia del valor humano, donde la emoción y la fuerza del grupo están por encima de la calidad individual, o los conocimientos. Y que la única manera de conseguir los objetivos es estando unidos para trabajar como un gran equipo. La energía que os he intentado transmitir en todo momento no es nada en comparación a la que he recibido de vosotros. Gracias.
Afición, sois el mayor tesoro que tiene este club. Vuestro apoyo, cariño y pasión ha hecho que me vuelva a enamorar del futbol de verdad. Ese fútbol en el que los goles más importantes se marcan fuera del campo. Gracias por hacerme vibrar en la banda como nunca antes lo había hecho.
Hasta pronto. Aupa River.